ESOS DIOSES CACHONDOS...

Allá por el 1325 los aztecas, despues de haber migrado y ya unidos con los Chichimecas, pensaban quedarse en Chapultepec, pero su cachondo Dios Huitzilopochtli (Poochi para los amigos) les dijo que ese no era el lugar indicado, y que por lo tanto el viaje debería continuar ya fuera por tierra o por agua hasta encontrar la tierra elegida. Dicha tierra sería aquella en la que vieran a un águila posada en un nopal devorando a una serpiente.


¿Imaginais donde se paró el puto aguila? pues si, donde más jodiese, en un pequeño islote baldío en medio de un lago inmenso (más de lo que os imaginais) llamado Texcoco.
Al ver eso se les hizo el culo pepsicola, momento que no dejo pasar Poochi para decirles que en efecto ese era el lugar, esa era la señal.
Ellos no opinaban lo mismo, pero claro, ¿quién es el Dios? pues ya está ajo y agua (ademas esta no les iba a faltar) para todos.


Pues primero con un huevo y luego con el otro se pusieron en marcha, y gracias a la gran inteligencia y razonamiento de los aztecas y al enorme potencial bélico de los chichimecas formaron una gran cultura.
Crearon una ciudad inmensa sobre el lago con un sistema verdaderamente genial dando lugar al un enorme crecimiento poblacional y a multitud de redes comerciales.
Cuando los españoles llegamos a joder la marrana el pequeño islote mierdoso se había transformado en una prospera y granciosa urbe, que según algunos conquistadores superaba en belleza a las mejores capitales europeas.