COGUMELOS MAGICOS (Locooooooo)
Tras una larga espera apostados tras unos troncos quemados, en el centro de una ladera cubierta por una tupida capa de césped, surgió un dragón con luces cegadoras y arrojando fuego por su boca erguida. En su lomo reposaba un grupo que alternaba el rock con el metal, y este a su vez con el tecno y con ritmos asiáticos. A sus pies un puñado de Snorquer con zancos y disfrazados cual Sandokhan agitaban unos palos con luces que oscilaban por su superficie siguiendo el movimiento de los mismos y que con el tiempo aumentaban su tamaño y longitud. Eran ayudados por una enana en tanga y dirigidos por un travelo con zancos y gorro de vampiro chino. Al mismo tiempo y como si de otro universo paralelo se tratase un ángel daba saltos mortales mientras se descolgaba y volvía a trepar por dos hilos de baba que colgaban de la boca del dragón. Tras ellos miles de fuegos de artificio (las flores del cielo) iluminaban la noche cerrada con miles de colores, pero en el más sepulcral silencio.
Todo esto pasó anoche a las afueras de un pueblo portugués llamado Santa Maria da Feira, y no, no tome ningún tipo de drogas.
Mas bizarro que ¨What is it?¨, aunque la cosa no fue siempre así, antes de eso asistimos a una obra de teatro con tintes de musical (de facto é umo), donde una suerte de Neus Asensi (recuerdos húmedos...) acompañada de otras cuantas chicas bien agraciadas cantaban al tiempo que representaban la obra, ofreciéndonos una gran dosis de ¨jamón¨, mientras un tipo disfrazado de militar le introducía un dedo en el culo a tres rapados.
Dicho así parece casi igual de bizarro, pero no lo era, la obra estaba muy bien llevada, e incluso contenía efectos especiales como explosiones y disparos, tan bien ejecutados que hicieron estremecerse a la mayor parte del publico que yacía tendido sobe el césped, a escasos dos metros de el lugar donde se desarrollaba la acción. Escenas como la del soldado en pleno asalto durante la querra de Irak que explota al pisar una mina (durante unos instantes me sentí tan dentro de la escena que incluso temblé y me estremecí, cosa que se lograba en gran parte gracias a la calidad del sonido, que nos sumergía gracias a una especie de sistema dolby surround, algo que nunca he visto en una obra teatral, dicho sea de paso) o la ejecución del padre y la hija por el marido con sendos disparos en la cabeza (con sangre nenicos, con sangre....) hicieron clavar las uñas en el húmedo césped a más de uno...
Todo esto no algo casual, sino que responde a la clausura del Festival de Teatro en la Calle IMAGINARIUS que se ha celebrado en Santa Maria de Feira, un pueblo del norte de Portugal, bonito ya de por si, y que durante esta semana se vistió de gala para acoger a artistas de todo el mundo.
La noche terminó con un concierto bastante bueno, en el que se misturaban tintes celtas, árabes, africanos e incluso cubanos y flamencos dando como resultado un sonido limpio y alegre que te invitaba a balancearte siguiendo su ritmo. Siendo sincero la noche no terminó ahí, terminó como todas las grandes noche deberían terminar, con un Panike Combinado, culmen de la cocina portuguesa y que a mi parecer hace sombra a la mismísima Francesinha. He dicho.
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