13 de junio de 2008

LO PORTUGUÉS

Los parking de los centros comerciales, ese mundo desconocido y por veces hostil que nos atormenta cuando intentamos ejercer nuestro derecho al consumismo. Encubierto bajo la fachada de un simple servicio al consumidor se esconde una de las peores bestias que atormentan al hombre de hoy.


Toda esta retahíla de palabras viene a fin de advertir sobre los peligros de dichos lugares. Sin ir más lejos, hoy a las 13:25 nos disponíamos a salir del Continente del Centro Comercial Estadio do Dragão cuando caímos en una vórtice espacio-temporal que nos mantuvo en una especie de infierno en vida de subidas y bajadas, escaleras mecánicas y normales, primeras plantas y sótanos que no terminó hasta una hora y un minuto después cuando el reloj marcaba las 14:26, el atún se había descongelado y el salmón alcanzaba casi los 60ºC en su punto central.

Los arquitectos portugueses en su afán de venganza decidieron crear una suerte de laberinto del Lusotauro para atrapar a los pobres españoles que por allí se atrevieran a pasar.

Aquí os dejo un pequeño esquema del parking para que os hagáis una idea.


Finalmente optamos por salir andando, dar la vuelta al inmenso centro comercial y apostar por la misma entrada por la que llegamos en coche. Una hora y un minuto después de comenzar la búsqueda yo yacía de rodillas junto al coche, al fin, por fin el fin.


Los que por fin encontraron la salida...y los que no.


Y un pequeño regalo, los caprichitos de Dios...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

BHAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAAJAJAJAJAJAJAJJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJAJJAJAJA


Y JAJAJAJAJAJAJA

Brusete dijo...

Jajajajajajjajajajjajaja