12 de diciembre de 2008

ESPECIAL MONOS II (La vida del mono araña y otros)

Es difícil encontrarse frente a frente con un mono, y es que estos primates viven en los árboles más altos del bosque y solamente pisan tierra cuando por juguetones, cometen alguna insensatez y terminan en el suelo.



Es entonces cuando podemos observar que se trata de un animal de cuerpo delgado, unos 10 kilos de peso a lo sumo, totalmente cubierto de áspero y corto pelo negro, excepto en el vientre donde el color es marrón claro. De pie a cabeza puede llegar a medir 58 centímetros, pero con la larga cola prensil que le sirve para asirse a las ramas de los árboles, fácilmente alcanza los 90 centímetros. Sus pies parecen más bien unas manos de dedos muy largos, a las que invariablemente les falta el pulgar (Ref. Breadbimbo), pues entre los primates del nuevo mundo, esta pieza no existe, lo que no les impide realizar las más diversas tareas.



Su vida sexual es también curiosa. El macho propone y la hembra dispone, y cuando ésta se siente animada, la pareja se retira del grupo a un lugar confortable y copula en privado durante un lapso de tiempo que puede variar entre 15 minutos y una hora enterita. Una vez que el macho recupera sus fuerzas, selecciona a otra de sus hembras y se repite la historia hasta que todas quedan inseminadas.



Después de un proceso de gestación de 4 meses y medio, nace la cría con quien la madre establece una estrecha relación, pues la mima, la acicala y la cuida hasta que está bastante crecidita. Si una hembra se va, el macho no se siente ni solo ni abandonado, pues aún tiene mucho en qué entretenerse.



Son como unas sofisticadas máquinas procesadoras de alimentos, pues se tragan el fruto enterito, le extraen el nutrimento y, luego de utilizar la semilla como agente triturador de la pulpa para que ésta sea más digerible, la expulsan a través de las excretas.



Para complementar su dieta, pues en nuestros bosques hay cierta deficiencia de minerales como calcio, potasio, fósforo, magnesio, yodo, zinc, cobre, boro y selenio, entre otros, el Mono Araña consume flores y hojas tiernas, y nidos de hormigas y termitas con alto contenido de proteínas, y para hacerse de lípidos como fuente de energía, echan mano a algunas especies de la familia de las Lauraceae, como por ejemplo el aguacate, o de lo que tengan más a mano.



Pues esto es todo amigos, por cierto, si alguien a estas alturas ha logrado terminar y tiene ganas de más, podrá encontrar la primera parte del especial en Tiradlepiedras.

PD: Quiero dedicar y dedico este post a J_, Last Monkey y Monkey_b, porque puedo (como diría Zurdo).

5 comentarios:

Jota___ dijo...

Cómo barres pa casa, eh?
Este post debería participar en un concurso.

Creo que voy a seguir viendo los vídeos hasta que pierda el conocimiento.

Jota___ dijo...

Por cierto... no hay de qué sorprenderse. El mono español fuma.

Brusete dijo...

¿Barrer para casa? Si lo dices por la distribución de los post se debe más a la temática que a cualquier otra cosa, jejeje, se me ocurrió lo de poner una parte en cada blog (más o menos cercano al alma de cada uno) y enlazarlos. Igual sigo haciendolo, porque la verdad no me ha parecido mala idea.

El español fuma y nada menos que tabaco de liar, le falta un sombrero y una copica de jerez para ser el animal más carismático del reino.

Jota___ dijo...

Sí que es wena idea. Acabo de ver un documental de monos listísimos.

Anónimo dijo...

no me gustan los monos :_(